La búsqueda de la profesionalidad inmobiliaria en Madrid es sinónimo de éxito

Artículo escrito por: Oliver Landi | Landihouse

Somos un país de gente muy proactiva. Como frase romántica para iniciar una entrada de blog está muy bien, realmente lo somos.

Somos un país donde todos sabemos y opinamos de todo y de todos, se nos da de fábula, somos muy "cuñados" en todo. Y es posible que por ese motivo muchas veces seamos víctimas de de la premisa "lo barato sale caro". Somos muy de "eso lo hace mi sobrino igual y más barato", y, seamos sinceros, a veces funciona y nos hace el apaño. Pero la experiencia nos ha demostrado que no suele hacerlo.

 

Otras veces lo que hace es generarnos un verdadero galimatías de problemas, corriendo riesgos innecesarios y un sobrecoste no previsto para arreglar el desaguisado provocado por nuestra picaresca española.

A veces, el trabajo de la inmobiliaria en Madrid se complica y se convierte en uno de esos sectores donde la falta de análisis, previsión y una mala organización nos lleva a una decisión mal tomada que puede costarnos mucho dinero. Mucho dinero.

 

La inmobiliaria en Madrid obliga profesionalidad

No pretendo asustar a nadie, como he dicho, vender una propiedad, en teoría, no es complicado, un par de acciones, unos clicks y la propiedad estará a la venta. Ahora bien, la correcta comercialización de un bien como lo es una propiedad, se debe gestionar de una forma más seria y profesional. A fin de cuenta nos jugamos mucho en el envite.

Tampoco pretendo que se contrate a alguien y ya está. Hay una responsabilidad que tiene el propietario y es conocer al profesional y qué es lo que le ofrece. Como pretende comercializar la propiedad y que, en definitiva, haya feeling entre las partes.

Un buen profesional no solo se preocupará por cobrar unos honorarios, realizará un estudio pormenorizado de la zona, el inmueble y, hay algunos muy buenos -ejem, ejem-, que se preocuparán por conocer las motivaciones que provocan la venta.

Porque este detalle marca muchas veces la diferencia. Con este dato el asesor podrá comercializar, filtrar y recibir y/o descartar ofertas. Esto, por desgracia, no es lo habitual, la mala praxis y la fijación por "coleccionar propiedades" que tienen algunos ¿profesionales? hace que una propiedad se estanque, reciba ofertas ridículas o que sea usada como gancho para ofrecer otras propiedades más interesantes para el asesor inmobiliario.

La clave es que el desarrollo de la labor se base en la profesionalidad como motor y guía. No concebir el oficio desde la productividad sin ton ni son y buscar la calidad en el trabajo. 

Es por eso que la seriedad y la profesionalidad deben primar por encima de todo lo demás, por encima de los honorarios, las condiciones o las promesas.

La realidad es que nadie puede garantizar que una vivienda se venderá "en 30 días", pero sí que puede garantizar que se venderá bien, porque un buen profesional asesorará a su cliente (que es el vendedor de la propiedad y no el comprador) y le guiará para acordar un precio competitivo que satisfaga al vendedor, un anuncio con un texto atractivo y realista, un trabajo audiovisual inmaculado y realizará una labor exhaustiva y profesional sobre la propiedad y el entorno. Con estas premisas, el éxito está totalmente garantizado.



No nos dejemos llevar por cantos de sirena, comercializar una propiedad es una profesión, un arte en constante movimiento y un asesor debe estar siempre a la vanguardia de las herramientas que le ayuden a no solo llevar a buen puerto la venta de los inmuebles que le son confiados, sino provocar que esos clientes satisfechos le recomienden.

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